Yo leí a Anibal Vinelli en Humor. Era, aproximadamente, en el año 1980, cuando apenas contaba con 14 años, y en el barrio consumíamos con premura esa revista, que para los legos de entonces, apenas perfilaba una exudación de libertad que, ciertamente, en el aire no se respiraba. Algunas cosas de la misma eran medianamente sutiles; otras, abiertamente contestatarias.
Entre éstas, la Sección “Corte y Confección”, una especie de catarsis de crítica cinematográfica, en donde no solo se expresaban valores estéticos, sino una referencia objetiva concreta: con cuanto metraje menos –en minutos- se estrenaban las películas acá, en comparación a misma medida de allá. Ello incluía referencia a films que directamente no se estrenaban –recuerdo citas a “La Naranja Mecánica”, "Ultimo Tango en Paris", "The Wall" (que vino con cierto retraso), "Novecento". Tambien “Emmanuelle”
La sección estaba a cargo de Anibal M. Vinelli. Nunca supe bien a que correspondía la “M”. Lo cierto es que el tipo era descarado, elegante y no insultante. Ilustrado como pocos.
En la memoria me quedó alguna referencia a alguna película menor –alguna de las “National Lampoons”- por cuanto destacaba su origen en una revista; aclarando que en Humor –La Urraca- les gustaría que algo así sucediese.
Con el tiempo, y ante la caída y luego desaparición de Humor, lo redescubrí en la Sección Espectáculos de Clarín; solo por indicios, parecía que no era del staff, sino que era cronista invitado. Tenía una o dos críticas por jueves, y durante mucho tiempo, se encargó de la sección “Video” de los viernes.
Aún cuando no firmaba, se notaba que la pluma era suya: el tipo era un verdadero enciclopedista, y eso se percibía. Siempre identificaba a los nombres propios de las películas con sus antecedentes -concluía así la mayor parte de sus notas-, y demostraba un notable conocimiento musical, fundamentalmente de jazz y clásico.
No necesariamente tenía una escritura distintiva: con el tiempo descubrí críticos que me impactaron mas, y mejor. Pero fue, de manera sobresaliente, un reflejo noble, una referencia casi única de la resistencia en un tiempo en donde creíamos algo que los que tienen menos de 20, no saben o no les consta: que la libertad parecía imposible y la censura, eterna e inagotable. Mi homenaje, por su temprana muerte.
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