Había una vez un ratón llamado Pepe, que estaba caminando por la selva. De pronto, se encontró con un león llamado Carlos, que estaba durmiendo. Como el ratoncito estaba cansado, se subió encima del león ¡y lo despertó! El león tomó al ratón y éste se asustó mucho, porque pensó que se lo iba a comer.
El ratón le suplicó al león que lo soltara, y este hizo lo que Pepe le pidió. Luego el ratón le dijo al león que cuando estuviera en problemas, lo llamara, que él lo iba a ayudar.
Un día, el león estaba buscando comida, cuando ¡una red lo atrapó!. Lo que había pasado era que unos cazadores habían puesto esa trampa ¡y lo habían atrapado!. Por suerte, se acordó de lo que había dicho el ratón, y empezó a rugir para que vaya a ayudarlo.
Cuando el ratón lo escuchó, fue corriendo hasta que llegó hasta donde estaba el león, y vio que estaba atrapado en la red de los cazadores. Entonces, empezó a morder la red con sus grandes dientes y consiguió hacer un agujero grande como para que saliera el león y se hicieron amigos para siempre.
Moraleja: Aunque no seamos amigos, debemos ayudarnos unos a otros en los momentos difíciles.
Fin
Aldana Ochotorena; 8 años
PD del papá: basada libremente en la fábula de Esopo
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