El hecho ocurrió hace unos cuantos años. Por una razón de gestión para la obtención de un documento, la persona que nos ocupa, acompañado de su hija pre-adolescente, se presentó en la Oficina correspondiente, para iniciar el trámite.
Llegado el momento, son atendidos por una amable empleada, quien luego de invitarlos a sentarse, comienza a preguntarle al señor que es lo que desea; respondido de acuerdo sin demasiadas palabras, tal era su forma de ser, la mujer se dispone a llenar la documentación de práctica.-
Evacuados los datos más elementales, siempre con respuestas justas pero lacónicas, faltaba el de la nacionalidad. Consulta la empleada al respecto, y la respuesta es VASCO; sí, dice la recurrente, pero yo le pregunto su nacionalidad. Otra vez , secamente la contestación es VASCO. Ud. no me entiende insiste la empleada, lo que se requiere aquí es su nacionalidad; nuevamente responde, VASCO.-
Así se mantenian las posiciones, sin agregar ni poner el gestionante comentario alguno, lo que provocaba incomodidad de la empleada y el lógico nerviosismo de la menor que acompañaba a su padre, hasta que aquella decidió llamar a su Jefe, para salir del entuerto en que se encontraba. Llegado éste , al consultarlo, recibió idéntica respuesta, VASCO, hasta que se animó la hija y señaló, es nacido en España, con lo cual continuó el trémite hasta su finalización.-
El VASCO, era mi padre José y la hija mi hermana Angelica.
Felipe Otxotorena, 09/08/2007.
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2 comentarios:
espectacular, brillante, genial como llevas este blog, poca gente he visto con un blog tan prolijo y completado.. sinceramente voy a seguirlo todas las semanas, un abrazo - oreste saldìas
muy bueno suerte con este blog
gracias
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