En el medio de la enorme tristeza por la muerte del Negro, recordé que una parcial inspiración de un viejo post se hallaba en una historieta suya, por mí vista en la primerísima edición de la Revista Fierro.
Fontanarrosa la había enmarcado con en la serie "Semblanzas Deportivas"; y trataba de un joven jugador, habilidoso, inicialmente dueño de una técnica excepcional, que estaba impedido de concretar sus jugadas en goles, lo que es intepretado como una traba psicológica, producto de una fantasía sexual no concretada por el grito de un gol.
La brillantez de la historieta -consecuente con toda la obra del autor, uno de los mas grandes artistas argentinos del siglo XX, solo atrás de Borges y Maradona, a la altura de Piazzolla y García, dueño de una coherencia y regularidad imposibles-, surge del planteo y de la definición: en su ultima viñeta, el presentador dice "No era un caso psicológico. Herminio Salomón Fenoglio era un tronco. Un pésimo jugador. Simplemente".
A las hojas, emociones y lamentos que han plagado la red en estos dos días, sumo éste, mi pequeñisimo homenaje a alguien que, por suerte, en vida supo que toda una comunidad creía que él, era un genio.
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