martes, julio 27, 2010

Ahora, Bianchi.

Se nos va el Diego. Un buen paso, con las idas y vueltas ya señaladas y mas allá del piñón final. Un futbol mundialista que enamoró e hizo gritar, al menos, en cuatro partidos.
Ahora, Carlos Bianchi.
No hay razones para evitarlo. A Grondona le sirve: Bianchi -al igual que el Diego- es una figura que carga con todas las responsabilidades y asume los costos. Se come la función.
Pero a diferencia del Diez, Bianchi trae puesto "el" traje del técnico exitoso. No lo hace pelear con ningún club y está absolutamente fuera de discusión: todo el mundo cree que es el adecuado.
Con él Grondona enmenda su figura (pone al mejor), ubica a alguien reconocido como líder, equilibrado, de mucho carácter pero de un perfil muy bajo con la prensa. No hay otro nombre indubitable para el rol.
Aunque no le vaya a ser dócil, sabe Grondona lidiar con éstas: tanto Diego como Bielsa fueron tipos dificilisimos y aún así, estuvieron a cargo de la Selección.
Entiendo que Grondona puede apreciar que ya es tiempo de dejar de lado caprichos personales: es más, le demostraría a los justos críticos que él puede estar mas allá de su orgullo y que la Selección está por encima.
Bianchi ya no tendría excusas: Del Bosque demostró que no hay edades para el puesto y se sacaría, de una vez por todas, las ganas.
Al menos, por todo eso, es ahora. Ahora o nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se puede?