lunes, marzo 27, 2006

LA CAIDA DEL NENE

Habia una vez un nene llamado Emanuel. El fué a la plaza con sus amigos. Emanuel y todos sus amigos jugaron de todo en la plaza. Por ejemplo, jugaron a la mancha y a muchos juegos más. Pero cuando jugaron pasó que ....

Pasó que mientras jugaban, Emanuel tropezó y ¡pum! se cayó. ¡Sólo por una pequeña piedrecita. El se golpeó un montón ¡pero se la aguantó! Le dolía mucho pero se la aguantó, se la aguantó y se la aguantó.

¡Hasta vió estrellitas! Iban por un lado y por el otor las estrellitas. Hasta que le pararon, y no le doliò más. Entonces Emanuel siguió corriendo.

Entonces lo tocó la mancha. Como todos saben, si alguien es tocado por la mancha, tiene que correr a los demas. Entonces siguieron jugando hasta que se cansaron y la mamá de Emanuel les dió agua y galletitas.

Y colorín colorado,

este cuento se ha

acabado
ALDANA OCHOTORENA
15/03/2006

domingo, marzo 26, 2006

Dobles Veteranos.

Mierda. Nos hicieron mierda. A GRF y a mí. Pero nuestros ganadores, perdieron en la ronda siguiente. Que losers!!

+35 B. Singles

1. - VIERNES
En ocasión del desarrollo del grupo K, correspondiente a la categoría + 35 B de la APT (Asociación Platense de Tenis), el viernes pasado jugué contra Javier Scaglia. Me ganó con un cómodo 6-3, 6-1.
El resultado definitivo era facilmente adivinable antes; habíamos jugado dobles la semana anterior, por el mismo torneo, y junto a Ferreiroa G. Raul, siendo derrotados con claridad. En ese partido, el rival, JS, había demostrado luces tenísticas.
La realidad, previa, era que no tenía estrategias. Esto es: el objetivo mayor, ganarle, resultaba impensado para mí. El rival tenía derecha y revés de categoría y un saque al que, en el dobles citado, no le habíamos llegado ni a 30.
La sorpresa fué que, como dijo el socio, el viernes fué el día en el cual a JS se le podía ganar. Básicamente, porque el revés no le funcionó.
Aún así, su revés fué mas efectivo que el mío, modesto, a dos manos.
Las diferencias técnicas fueron y serán siempre evidentes: su drive es completo. Estirado, profundo y con mucho efecto. Era pesado y costaba sostenerle un intercambio de mas de 4 o 5 pasadas de red.
Su ataque fué de fondo de cancha, especulando con mi obvia falta de resistencia. Mientras sostuve la posibilidad de ir a la red, el partido fue -aparentemente- parejo. Adelantándome contra su reves, sin que optase por el globo que tan bien le había funcionado el doble, anduve mas o menos acorde en mis dos primeros saques.
Ya después, la lógica se impuso. Nada pude hacer frente a su saque; cierto es que no mete aces (uno solo en todo el partido) pero la bola baja veloz, es al cuerpo y cuesta bloquearselo.
En segundo saque y aún frente a la devoluciòn violenta, la pelota vuelve muy rápido: si lo agarra a uno corriendo, es punto rival.
El cansancio del segundo set es lo que muestra el score. Con mas resto, quizá pude haber ganado un par de games mas, no more.
Dejo para el final lo de la rotura de la raqueta: el umpire me tenía podrido, y entonces mi Head y su cráneo chocaron. Perdió mi pobrecita 5400; consecuencia, a salir a buscar nueva.

2.- DOMINGO
6-0, 6-0. Facil; Franceschini como que no jugó. Mi nueva Babolat (Helix Ti) respondió como su precio: exageradamente. No fué necesario transpirar.
Clasificado para 16avos. juego contra 2F. Después cuento.

El Masa

sábado, marzo 11, 2006


El Único Estadio.

Desafortunado lector: será usted víctima de una obsesión personal. Obsesión que en estos días no tiene otra respuesta sino la decepción, con consecuencias que el escriba nunca había supuesto para sí.
Y sí, debe saber Ud. que poco a poco estoy dejando de ser hincha de Estudiantes. No se alegre ni se ofenda: no es una traslación hacia otros colores -conozco algunos, impresentables-; es la comodidad, el confort y una modesta actitud cívica, la fuente del empuje.
Conoce, Estudiantes no quiere jugar en el Estadio Ciudad de La Plata. Esto es: no estando habilitado a jugar en 1 y 57, ni autorizado en la también peligrosa 60 y 118, ofrece sus ventajas localísticas (de locales y logística) en el bonito estadio Centenario (¿Montevideo?), a 40 kms., en Quilmes.
Yo, apenas un simpatizante -no soy dueño, no pago cuotas sociales- querría retomar cierta abandonada actitud de concurrir a los eventos futbolísticos en vivo y sin TV. La principal motivación: el pincha volvía a la Libertadores. Que glorioso! Recuerden, infantes: Veron, Madero, Conigliaro; Sabella, Russo, Trobbiani. Bilardo.
Contemporáneo, un bello estadio se inauguraba en la ciudad. Dudosa reputación, flojitos antecedentes, aunque una adecuada respuesta pública a un interés común. Valga recordar: mal ubicadas, una ciudad futbolera como la nuestra tenía -hasta hace apenas 10 años atras- dos canchas propias de la primera mitad del siglo XX.
Asi como con las autopistas, los celulares, los monitores de nuestras PCs y hasta nuestras ideas, algunos creímos adecuado que se renovase nuestro confort futbolero -el nuestro, no el de TyC ni el del dueño del corralón de Sarandí- a la nueva era, y apoyamos con fervor, la panorámica idea del 8 en el viejo Estadio Provincial.
En algún lado, el esquema falló: la tradicional ineficiencia argentina y el error burocrático, pero también nuestra concepción Cromañon de la vida y la desfachatada cultura de "El Aguante", consiguieron que los simples hinchas pinchas, fuésemos invitados a un modestísimo traslado que importase unos $ 40 en nafta, el peligro de una zona desconocida y un gran negocio para el peajista de turno, viejo amigo de Alak, Alegre, Mussi y el finadito Duhalde.
Desde el fervor, las mentes simples se entusiasmaron con el protagonismo de las masas en un 0-3 devenido en 4-3. La cercanía de miles de bocas en los oídos peruanos, dicen, destronó a los contrincantes, acostumbrados a los estadios de proporciones épicas de Lima.
La racha no pasó de allí: varias derrotas consecutivas - y los bolsillos mas flacos-, hacen de la travesía una duda; no creo, mi estimado, que ocurran cambios en lo inmediato. Quizá menos miles de traslados.
Le interesa saber de mí?. Bien. Apenas me aproveché de mi debilidad familiar, y me fuí, con mi gordito padre, a disfrutar de un buen espectáculo: Gimnasia-Olimpo; ¡como envidié al triperaje, que decisión tomaron!. Dudé, reconozco, en ir con los autoconvocados, mi conocido Gaskin y el simpático Basile, pero la radio en el monumento sonaba "kitsch". Y yo apenas soy moderno.
Hoy por hoy, en tanto el fanatismo y la mezquindad nos dominen, no penaré tanto por los destinos pinchas. Y solo si me ofrecen el nuevo estadio, prometo, iré un par de veces por mes.
Porque, catzo, la verdadera dignidad está en ser todos mejores tipos y mas felices; y le juro, atento observador, que al menos lo último, sentí que la gente lo vivía en 25 y 32.

viernes, marzo 10, 2006

EL CASTILLO DESARMADO.


Había una vez un niño llamado Juan. Juan fue con su familia en las vacaciones a la playa de Miramar. Ellos se divirtieron mucho en la playa y algunos días hasta llevaron carpa para comer ahí. Ellos hacían de todo en la playa: construían castillos de arena, iban al mar, pescaban, viajaban en barco, veían películas en su hotel, dormían muy bien. Hasta que un día Juan construyó un castillo de arena.

¿Y saben lo que pasó después?. Vino una ola y se lo llevó. La ola causó un desorden terrible. Saltó la pala, se cayó el balde con arena, lo mojó a Juan, le tiró arena y lo peor ¡se llevó el castillo!.

Eso había sido lo único malo que le había pasado en las vacaciones a Juan.

Y claro, después de todo lo que pasó, Juan se puso a ¡uaaaa! ¡llorar!.

Juan le fué a contar a su mamá, medio llorisqueando, todo lo que le había pasado: que estaba construyendo un castillo de arena, que estaba muy contento y entretenido hasta que su castillo se lo llevó la ola y que después de eso la ola también se llevó su sonrisa y su entretenimiento y solo le quedó el aburrimiento y la tristeza.

Pero la mamá de Juan dijo que le iba a ayudar a construír otro nuevo.

Cuando lo terminaron, Juan dijo que era el mejor castillo del mundo

Y colorín colorado,
este cuento sobre un
castillo de arena
se ha acabado
ALDANA OCHOTORENA.
LOS GESTOS

Acaso obrar sea mas simple de lo que se enuncia; no habrá, de ser así, mayores riesgos que la ampulosidad y la exageración. Permítanme la digresión.
Cada acto merece un reconocimiento. Los propios, fundamentalmente, una crítica. En tanto posible, los de los demás, nuestro respeto y consideración
Finalmente, su síntesis será la vida en común, la interacción, el devenir de los días y la realización de nuestros destinos
Omitidas las pequeñas cotidianeidades, que apenas importan un ejercicio de naturaleza, son las decisiones las que suponen mayores afectaciones, atentando contra el porvenir de unos y otros, de sí y los demás.
Resultado del análisis de las contradicciones, la opción ejercida supone una preexistente valoración: el camino correcto, lo mejor, lo mas viable. Nunca lo único: Dios no ha habilitado esa chance.
En ese camino, están quienes recorren la senda equilibrando pobrezas y avaricias, pretensiones y autosatisfacción. Protección, la mayoría de veces. Sorprendentemente, a través de esa vía hay una lógica evolución. La historia, paladín objetivo, se ha formado en gran parte desde ese lugar.
Va de suyo que el personal instinto de conservación supone construcción de vida, y de vida usual. La suma de esas conductas hará el lugar común, no necesariamente un lugar mejor
En las antípodas, están quienes resuelven en función de un instante: una angustia, la insatisfacción, el error, la imposibilidad. La discrepancia, quizá. Todo es merecedor de examen, de culpa. Y aunque su porvenir esté en juego, ponen a disposición universal un gesto: distinto, imbricado. Pero por sobre todas las cosas, tenaz, poderoso y afectado; un verdadero cachetazo universal, una respuesta a la obviedad y a la insignificancia.
Renunciamientos hacen leyenda; nuestra propia mediocridad nos impide su reconocimiento a tiempo. Gloria a la dignidad gestual; gloria, a quienes destruyen la lógica con actos que los redimen y reducen, para luego elevarse, para mirar desde otro sitio –mejor-, nuestra cotidiana mezquindad.

lunes, marzo 06, 2006

El Veredicto y el Error.

Desde lo institucional, el fallo del juicio políticos a Anibal Ibarra, que mañana emitirá la Sala Juzgadora de la Legislatura porteña, importará el hecho mas relevante que este país haya protagonizado en el siglo XXI; y desde el impacto tipicamente político, empardará la envergadura de los hechos de fines del 2001 y principios del 2002, así como la elección de Nestro Kirchner como presidente en el 2003.
No es sencillo juzgar el episodio, máxime cuando la tragedia es su génesis. Este origen contamina el fondo del asunto, genera confusión y habilita -equivocadamente- múltiples lecturas, en función de la posición desde donde se observe.
Sin embargo, el marco es limitado: el funcionamiento de las Instituciones es el bastión que se ha enarbolado para justificar el proceso. Y extrañamente a esa reflexión, de sus conclusiones dependerá la estabilidad de las mismas. Esto es, su resultado podría, de configurarse de un modo determinado, generar un debilitamiento político del cual va a ser enjundioso recuperarse.
La comunidad porteña ve, perpleja, como un funcionario, elegido de manera directa para ejercer un cargo público, puede tener que abandonar su cargo -y ser impedido para ejercer otros- a propósito de un hecho organizado de manera privada, en un entorno particular, con objetivos de lucro personales, y para cuya existencia no era necesario requerir autorización específica.
Sin evaluar responsabilidades penales -las que se razonan en un proceso que, extrañamente, está mereciendo muy pocas críticas-, se juzga de manera política a tenor de una tragedia en la que la suma de acontecimientos necesarios superó las peores expectativas : mas personas que las físicamente posibles; libres voluntades para allí estar; una puerta criminalmente trabada; elementos con química impredecible, energúmenos que se bandeaban con ello -filosofando con el riesgo, ese que mata- ; un pobre show arriba, un inadecuado show abajo. En el medio, gente exponiéndose, jovenes muriendo.
Anibal Ibarra puede quedarse afuera de un rol para el cual ha sido adecuadamente seleccionado: omito su calificación. Quizá en las calles haya mas baches que los debidos, quizá la cultura gratuita no corresponda a una política de Estado.
Pero en la continuidad de esta gran metáfora argentina que significa Cromagnon, su desplazamiento representará eficazmente lo peor de aquella vaga consecuencia que supimos eludir: el abstracto "se vayan todos", incorrecto, inmoral. Insultante para la conciencia cívica.
Que el Dolor no condicione el adecuado interés común. El público, el de todos, el nuestro.

El Masa -6/3/06 20.04

¡Hola!Soy Aldana y soy la hija de Marcelo Ochotorena.Tengo 7 años y tengo una hermana que se llama Melina,que esta al lado mio en la foto(la que tiene vestido a puntos)

Previo. En los Oscar de anoche, el premio mayor se lo llevó una pelicula menor. CRASH tiene el gran antecedente de ser la primera película del guionista de Million Dollar Baby, pero apenas fué bien calificada por la prensa, sin estridencias.
No la ví aún. Lo haré, por cuanto soy parte de la manada.
El Masa, 6-03-2006

domingo, marzo 05, 2006


Esta noche se entregan los Oscar. Es criterio propio que, por lejos, es el mejor premio -aliciente- de la Industria Cinematográfica.
"Nos premiamos a nosotros mismos; si nos gusta lo tuyo, te incorporamos"; esa parece ser la premisa. Y entonces el sistema funciona. Y muy bien
Dificil se pueda sostener que se hayan premiado bodrios; por el contrario, cuesta encontrar grandes películas que hayan sido omitidas.
En este contexto, el premio final es una institución menor que la nominación. Hoy lo dice Santaolalla por ahì: 5 entre 1000 por año, un verdadero valor.
De hecho, menos me interesa lo que en definitiva suceda esta noche en relación al interés puesto el día de los anuncios, en enero.
Lamento, sí, la ausencia de "King Kong"; cine puro, desaforado, irreverente. Sin moraleja y con excesos, Jackson desafió al gran espectáculo con el tinte propio, y con la soberbia del que ya está superado -recordar el primer plano del gorila, ante el reproche de su amada; mas de un minuto en la nada.-
Ojala gane Clooney. Es lo de menos