sábado, agosto 25, 2007

Felicidades, Masón!!!

Escribir en un blog se ha transformado en una de las pocas cosas persistentes de mi vida. Lo hago con énfasis, sin otro objetivo que contar lo que me nace.

Por mi profesión –abogado- narrar resulta algo cotidiano; pero hacerlo sobre lo que verdaderamente interesa, lo que claramente me interesa, es único.

¿Cual es la diferencia entre esto y una bitácora personal? La expectativa de que alguien, alejado o no, anónimo o amigo, te lea. De egocéntrico que uno es. Ser dueño de tu posición editorial, sin limitaciones.

Desconozco cuantas visitas ha tenido el blog desde su inicio, hace ya mas de un año –casi dos- ; desde que instale el counter (4 o 5 meses) he tenido unas 140 visitas: mas de la mitad, son propias, para control o regodeo. El resto, ajenas. Los comentarios no superan la decena.

Esto es, un pseudo fracaso. Ni siquiera he conseguido atraer a mi Manón, recurrente protagonista de mis posts y consecuente no-lectora del sitio.

Pero el entusiasmo no decae. Lo he intentado ubicar en blogs de referencia, para disparar el interés. Pero no es sencillo: la competencia es dura, y a su vez, cobarde.

Advierto en los últimos tiempos, cierta insistencia en el tema musical. La crítica cinematográfica y el fútbol han resultado grandes inspiraciones.

Alguna sensación interna vomitada; alguna expresión sobre hechos, simbólica, críptica. La vocación de involucrar a los cercanos: ser un espacio para la creatividad de mis hijas, de mi padre.

He ido ganando un estilo, aún difícil de categorizar; voy entendiendo lo que quiero, y como lo quiero decir. Todavía falta coherencia para resultar distintivo. También estoy limitado en el manejo gráfico.

Aún así, brindo por los primeros 19 meses en el cyber espacio, por seguir y persistir.

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